Frio

Cualquier día nos nieva dijimos y así fue, casi por sorpresa.

Salimos de buena mañana con las cuerdas, los abrigos y
la esperanza de encontrar un entorno adecuado y, tras un “pa amb tomàquet i botifarra” se abrió el cielo, salió el sol y la desnudé.


Una vez suspendida comprobamos que los inviernos ya no son lo que eran, la nieve no nos aguantaría mucho con ese sol y, de hecho, bajo el árbol del que ella colgaba llovían gotas heladas nacidas de la nieve acumulada en esa copa. Curiosa paradoja, sólo llovía bajo el árbol.

Cuan amable es la naturaleza cuando deviene nuestro cómplice.

Alfil.

Bages, 2006.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ha sido una agradable sorpresa, encontrar este blog.
Desde que doy vueltas por los corredores de este mundo, nunca me había sentido tanto en casa como aquí. Y eso, en un instante.
Gracias.

Ona

Alfil dijo...

Pues pasa y sientete como en casa, eso sí, aquí cada cual se friega sus platos y la basura se saca cada par de días.

Alfil.